Hola, queridos padres! Soy Jazmín, mamá de dos pequeños y apasionada por ayudar a otros padres a navegar por los desafíos de la crianza. Hoy quiero hablarles sobre un tema que puede ser desconcertante y preocupante: los terrores nocturnos. Personalmente, he pasado por esta experiencia con mi hija de 3 años, quien desde los 8 meses dormía plácidamente durante toda la noche. Sin embargo, recientemente hemos tenido días seguidos de terrores nocturnos, lo que me llevó a investigar y aprender más sobre este tema. Escribo este blog para ayudar a quienes estén atravesando por lo mismo.
De acuerdo con la Academia Americana de Medicina del Sueño (AASM, por sus siglas en inglés), aunque la prevalencia de los terrores nocturnos "no se ha estudiado a fondo", se ha reportado que las tasas van entre el 1 y el 6,5% de los niños. Sin embargo, AASM tiene estudios que afirman que hasta un 25% de niños menores de 5 años han sufrido intermitentemente este tipo de episodios.
Otros estudios y reputados centros de salud, hablan de hasta un 40%.
¿Qué son los Terrores Nocturnos?
Los terrores nocturnos son episodios de miedo intenso que ocurren durante el sueño profundo de los niños. A diferencia de las pesadillas, que suceden en el sueño REM, los terrores nocturnos ocurren en la fase de sueño no-REM. Durante un terror nocturno, su pequeño puede gritar, llorar, agitarse o incluso levantarse de la cama sin estar realmente despierto. La buena noticia es que, aunque parezca alarmante, los niños generalmente no recuerdan estos episodios al despertar.
¿Cómo Reconocer un Terror Nocturno?
Distinguir entre un terror nocturno y una pesadilla puede ayudar a los padres a manejar la situación de manera más efectiva. Aquí hay algunas señales claras de un terror nocturno:
Tiempo de Ocurrencia: Los terrores nocturnos generalmente ocurren durante las primeras horas de la noche, típicamente en la primera mitad del sueño, cuando el niño está en la fase de sueño no-REM. Por otro lado, las pesadillas suelen ocurrir en la segunda mitad de la noche durante el sueño REM.
Comportamiento del Niño:
Gritos y Llanto Intenso: Durante un terror nocturno, los niños pueden gritar, llorar, o incluso hablar de manera incoherente.
Movimientos Agitados: Pueden agitarse, moverse bruscamente o levantarse de la cama.
Mirada Fija o Vidriosa: A menudo, tienen una mirada fija, vidriosa o parecen mirar a través de las personas.
Difícil de Consolar: Durante un episodio de terror nocturno, los niños son muy difíciles de consolar y no responden a intentos de tranquilizarlos.
Estado de Consciencia:
No Están Realmente Despiertos: A diferencia de las pesadillas, los niños no están completamente despiertos durante un terror nocturno y suelen tener poco o ningún recuerdo del episodio al día siguiente.
Confusión: Si se despiertan, suelen estar desorientados y confundidos.
Duración: Los terrores nocturnos pueden durar desde unos pocos minutos hasta 20-30 minutos.
¿Qué Hacer Durante un Episodio de Terror Nocturno?
Mantén la Calma: Sé que es difícil, pero trata de mantener la calma. Recuerda que tu pequeño no está realmente despierto y probablemente no recordará el episodio.
No Despiertes a tu Hijo: Intentar despertar a un niño durante un terror nocturno puede ser difícil y puede prolongar el episodio. En su lugar, quédate cerca y asegúrate de que esté seguro.
Habla en Tono Suave y Tranquilo: Si sientes la necesidad de decir algo, usa una voz suave y tranquilizadora. A veces, el sonido de tu voz puede ayudar a calmar a tu hijo.
Asegura un Entorno Seguro: Asegúrate de que no haya objetos peligrosos cerca que puedan causar lesiones si tu hijo se agita. Mantén las puertas y ventanas cerradas.
¿Cómo Ayudar a tu Hijo a Volver a Dormir?
Rutina de Sueño Consistente: Mantén una rutina de sueño regular. Un horario de sueño constante puede ayudar a reducir la frecuencia de los terrores nocturnos.
Ambiente Relajante: Crea un ambiente de sueño tranquilo y relajante. Puedes utilizar una luz nocturna suave y sonidos relajantes como música suave o ruido blanco.
Habla con tu Hijo: Al día siguiente, si tu hijo está preocupado o tiene miedo de ir a dormir, habla con él sobre lo que ocurrió y tranquilízalo. Puedes explicar que a veces el cerebro se confunde mientras duerme, pero que está completamente seguro.
Despertares Programados: Si los terrores nocturnos son muy frecuentes, una técnica llamada "despertares programados" puede ser útil. Consiste en despertar a tu hijo unos 15-30 minutos antes de la hora en que normalmente ocurren los terrores, mantenerlo despierto unos minutos y luego dejar que se vuelva a dormir.
Cuándo Buscar Ayuda Profesional
Si los terrores nocturnos son muy frecuentes, prolongados, o están interfiriendo significativamente con la vida familiar, no dudes en consultar a un pediatra o especialista en sueño infantil. A veces, estos episodios pueden estar relacionados con otros problemas del sueño que necesitan atención.
Queridos padres, los terrores nocturnos pueden ser desafiantes, pero recuerden que generalmente son una fase temporal y que con el tiempo, su pequeño los superará. Mantengan la calma, brinden amor y seguridad, y no duden en buscar apoyo si lo necesitan.
Espero que esta guía les haya sido útil. Estoy aquí para apoyarlos en cada paso del camino. ¡Un abrazo fuerte para todos!
Con cariño, Jazmín
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